El Gobierno aprobó en la última
reunión del Consejo de Ministros, celebrada el pasado viernes día 05 de
septiembre, un amplio conjunto de
medidas para impulsar las políticas de activación para el empleo articulada a
través de la Estrategia de Activación para el Empleo, diseñada en coordinación
con las comunidades autónomas, con el objetivo de acelerar la transición del
desempleo al empleo mediante acciones más eficaces, así como para ofrecer a
trabajadores y empresas servicios de calidad. Indicar que estas medidas las aprobó
el Gobierno a propuesta de la Ministra de Empleo y Seguridad Social.
La creación de empleo de calidad
y la lucha contra el desempleo constituyen el principal objetivo de la política
económica del Gobierno. La economía española acumula ya cuatro trimestres de
crecimiento del PIB y se han sentado las bases para el crecimiento económico.
Con niveles todavía moderados de
crecimiento (+0,6% en el IIT2014), la economía española está creando ya empleo.
En este contexto económico, el desafío
es ahora la reducción del tiempo de transición del desempleo al empleo y la
reincorporación del elevado número de desempleados al mercado de trabajo.
Los Servicios Públicos de Empleo
deben cumplir con eficacia su objetivo primordial de ayudar en la reinserción y
mantenimiento del empleo. Para ello, se ha diseñado la Estrategia Plurianual de
Políticas de Activación para el Empleo, un nuevo modelo que garantice la
evaluación permanente y los resultados de las
iniciativas que se llevan a cabo desde los distintos ámbitos
territoriales y de su financiación.
Con el objetivo de impulsar las
políticas activas de empleo, el Consejo de Ministros ha aprobado la Estrategia
Española de Activación para el Empleo 2014-2016, el Plan Anual de Política de
Empleo para el año 2014 y el acuerdo de distribución de fondos de 2014 para su
gestión por las Comunidades Autónomas con competencias asumidas en materia de
políticas activas de empleo.
Igualmente, la ministra de Empleo
y Seguridad Social ha presentado al Consejo de Ministros sendos informes sobre
la futura Cartera Común de Servicios del
Sistema Nacional de Empleo y sobre la próxima Reforma de la Formación
Profesional para el empleo
ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE ACTIVACIÓN
La Estrategia constituye el nuevo
escenario plurianual para vertebrar las actuaciones de los distintos Servicios
Públicos de Empleo bajo un paraguas de objetivos y principios de actuación
comunes, compatible con la flexibilidad en los instrumentos para su
consecución. El elemento más novedoso de la estrategia reside en una clara
orientación de las políticas en función de sus resultados, hasta tal punto que
la evaluación de los resultados condiciona la distribución de fondos de
ejercicios posteriores. Es un elemento de transformación de la cultura de
políticas de empleo y de modernización de los Servicios Públicos de Empleo sin
precedentes en nuestro país, sobre la base de la coordinación y la colaboración
entre las distintas administraciones.
La Estrategia persigue entre sus
objetivos comunes mejorar la empleabilidad de los jóvenes y cumplir lo previsto
por la Garantía Juvenil; mejorar la empleabilidad de otros colectivos
especialmente afectados por el desempleo (desempleados de larga duración,
mayores de 55 años y beneficiarios del PREPARA); mejorar la calidad de la
formación para el empleo; mejorar la vinculación entre políticas activas y
pasivas de empleo e impulsar el emprendimiento.
Estos objetivos se mantienen
durante el horizonte de aplicación de la Estrategia y serán concretados en los
Planes Anuales de cada ejercicio, combinando estabilidad con la necesaria
atención a las prioridades de cada momento.
Para reforzar la capacidad de los
Servicios Públicos de alcanzar sus objetivos sobre la base de la coordinación,
la Estrategia de Activación se dota de una serie de instrumentos comunes, entre
ellos, tres reglamentos, en virtud de la competencia constitucional exclusiva
del Estado en legislación laboral, necesarios para el desarrollo de la
Estrategia: uno en materia de servicios, otro de programas de empleo y otro de
formación profesional para el empleo.
También incluye un Programa de
buenas prácticas entre Servicios Públicos de Empleo, inspirado en el proceso de
aprendizaje mutuo que existe a nivel europeo. En este sentido, una de las
primeras experiencias se ha centrado en el desarrollo de los perfiles de los
desempleados, en cuáles deben ser los factores relevantes para catalogar a un
demandante de empleo y definir el mejor itinerario de retorno al empleo de
manera acorde.
La evaluación y la financiación
son las claves de la nueva Estrategia. El nuevo modelo propone una distribución
de los fondos en función de la evaluación del cumplimiento, por parte de cada
Comunidad Autónoma, de los objetivos acordados el año anterior. Para ello se
combina un sistema de medición en base a indicadores, más un mecanismo de
garantía de continuidad en la prestación de servicios, que facilite la
adaptación y gradúe el impacto del nuevo modelo.
Además, la Estrategia ha
reforzado los mecanismos de fiscalización y justificación del uso efectivo de
los fondos por parte de las CC.AA. Ya no es suficiente con un mero documento
contable que acredite un compromiso de gasto; gracias a la Estrategia se
garantiza que la financiación pública se destina, en tiempo y forma, a las
iniciativas de activación para el empleo para las que estaba prevista.
PLAN ANUAL DE POLÍTICA DE EMPLEO
2014
El PAPE 2014 es la concreción,
para el ejercicio 2014, de la Estrategia de Activación para el Empleo. Recoge
el conjunto de iniciativas que se desarrollan para este año desde los Servicios
de Empleo para atender a los trabajadores, procurar su mayor empleabilidad,
agilizar la reinserción de aquéllos que han perdido su puesto de trabajo, y, en
definitiva, favorecer la recuperación del empleo, así como los indicadores que servirán de base
para su evaluación en 2015.
El PAPE se basa en la
participación y colaboración de las diferentes Administraciones en su
elaboración; en la anticipación, ya que las CC.AA conocen el PAPE 2014 desde el
primer cuatrimestre, lo que favorece su capacidad de planificación; y en la
transparencia y puesta en común de la información disponible. El detalle de los
indicadores y criterios que servirán para la evaluación del plan y, por tanto,
para la distribución de fondos el próximo ejercicio se conoce con seis meses de
antelación.
Más concretamente, el PAPE recoge
y concreta los objetivos comunes para todos los Servicios Públicos de Empleo
que anticipaba la Estrategia de Activación y propone los servicios y programas
a desarrollar por las CCAA o por el SEPE, durante 2014 para su consecución (un
total de 422).
Los servicios y programas se
articulan entorno a los seis ejes de las políticas de activación que recoge la
Ley de Empleo: orientación; formación; oportunidades de empleo; igualdad de
oportunidades de acceso al empleo; emprendimiento; mejora del Marco
Institucional del Sistema Nacional de Empleo.
Para su evaluación, el PAPE
incluye un completo sistema de 26 indicadores, producto de la participación
activa de todos los Servicios Públicos de Empleo, para medir el grado de
cumplimiento de los objetivos establecidos y, con ello, definir la distribución
de fondos en 2015.
ACUERDO DE DISTRIBUCIÓN DE FONDOS
PARA LA EJECUCIÓN DE LAS POLÍTICAS ACTIVAS
La Estrategia de Activación para
el Empleo y la coordinación que se ha articulado a través de los Planes Anuales
tienen implicaciones directas para los fondos que anualmente se distribuyen
desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social a las comunidades autónomas con competencias
para la ejecución de las políticas activas, que se asignan en función de los
resultados obtenidos el año anterior.
Para facilitar la estabilidad en
la prestación de los servicios de empleo, se ha apostado, de acuerdo con las
comunidades autónomas en Conferencia Sectorial, por una transición gradual
hacia la nueva cultura de evaluación que condiciona el reparto de los fondos.
Ya en 2013 se lanzó un primer
piloto de distribución de fondos en función de resultados: el 15% de los fondos
repartidos el año pasado estaban vinculados a los resultados de 2012.
Posteriormente, se desarrollaron
los indicadores que han servido para medir el grado de cumplimiento de los
objetivos del Plan Anual de Política de Empleo 2013 y determinar la
distribución de fondos para 2014. Según estos criterios, en 2014 un 40% de los
fondos se ha condicionado a los resultados obtenidos; en 2015, esa proporción
ascenderá al 60%. El total del fondos repartidos en 2014 asciende a 1.251,9
millones de euros.
FUTURA CARTERA COMÚN DE SERVICIOS
DEL SISTEMA NACIONAL DE EMPLEO
La nueva Estrategia de Activación
para el Empleo, junto a la medición y evaluación que propone, hacen necesario
contar con un marco común que defina las medidas que se llevan a cabo desde los
distintos Servicios Públicos de Empleo.
Por ello, el futuro reglamento de
servicios recogerá una Cartera Común de Servicios de Empleo que deben ser de
prestación permanente en las oficinas de empleo, garantizando la igualdad en el
acceso a servicios de empleo a los trabajadores en todo el territorio nacional.
La ministra de Empleo y Seguridad
Social, ha informado al Consejo de Ministra de los elementos más destacados de
esta nueva Cartera Común, que permitirá la igualdad de acceso a servicios de
empleo en todo el territorio nacional y aportará una radiografía clara que
permitirá la medición y comparación rigurosa, basada en parámetros compartidos,
de los servicios de empleo en nuestro país.
La Cartera Común estará integrada
por cuatro servicios de empleo: un servicio de orientación profesional (desde
la identificación del perfil profesional del trabajador hasta el asesoramiento
acerca de las tendencias del mercado); un servicio de colocación y
asesoramiento a empresas (para procurar la mejor casación entre ofertas y
demandas de empleo); un servicio de formación y cualificación para el empleo
(que deberá comprender, entre otros, la gestión de la cuenta formación del
trabajador) y, por último, un servicio de asesoramiento para el autoempleo y el
emprendimiento (para promover iniciativas emprendedoras y dinamizar el desarrollo
económico local).
Definirá, además, una serie de
principios para su prestación desde los Servicios Públicos de Empleo
Autonómicos: la atención personalizada, la igualdad en el acceso a los
servicios, la eficiencia, transparencia y orientación a resultados, así como la
interoperabilidad de servicios y datos dentro del Sistema Nacional de Empleo.
REFORMA DEL SISTEMA DE FORMACIÓN
PROFESIONAL PARA EL EMPLEO
En el actual contexto de
recuperación económica resulta fundamental dotar al tejido productivo de un
sistema de formación profesional que constituya una verdadera herramienta de
competitividad para las empresas y de mejora de las oportunidades de los
trabajadores de acceso, mantenimiento y retorno al empleo.
La reforma laboral de febrero de
2012 y sus desarrollos sentaron las bases para un cambio de modelo en la
formación profesional para el empleo, fijando nuevas áreas prioritarias
vinculadas a las necesidades productivas, centrando una mayor parte de los
recursos en los trabajadores desempleados, potenciando la tele-formación e
impulsando la transparencia en la
gestión de los recursos públicos.
Además, ya introdujo la
posibilidad de que los centros y entidades de formación debidamente acreditados
participen directamente como beneficiarios de las ayudas del subsistema de
formación profesional para el empleo, con la finalidad de que la oferta
formativa sea más variada, descentralizada y eficaz, así como que la
distribución de recursos públicos resulte más eficiente.
Las convocatorias de subvenciones
de 2014 para la ejecución de planes de formación de ámbito estatal y de un
programa específico para la formación de jóvenes menores de 30 años, publicadas
el pasado mes de agosto, ya han incorporado importantes novedades de cara al
nuevo modelo: la limitación al 50% del pago anticipado de las ayudas, como
refuerzo de las garantías de impartición de una formación de calidad; la
limitación de la subcontratación al 50%; un órgano colegiado encargado de
evaluar las solicitudes que, por primera vez, estará constituido exclusivamente
por personal funcionario del Servicio Público de Empleo Estatal; el avance
hacia la libre concurrencia entre centros de formación, que alcanza al 50% de
la financiación disponible.
Mediante el Acuerdo de propuestas
para la negociación tripartita para fortalecer el crecimiento económico y el
empleo, firmado el pasado 29 de julio, el Gobierno y los interlocutores
sociales expresaron su voluntad de transformar el sistema de formación
profesional para el empleo sobre la base del diálogo social.
El Acuerdo ha puesto de
manifiesto el compromiso con la culminación de la reforma iniciada de manera
que un nuevo modelo de formación profesional para el empleo esté operativo a
partir del 1 de enero de 2015.
Tal y como se ha acordado con los
agentes sociales, los objetivos estratégicos de la reforma son:
1. Garantía del ejercicio del
derecho a la formación de los trabajadores, empleados y desempleados, en
particular, de los más vulnerables.
2. Contribución efectiva de la
formación a la competitividad de las empresas.
3. Eficiencia y transparencia en la gestión de
los recursos públicos.
Para ello, se llevarán a cabo las
modificaciones necesarias para ahormar un nuevo sistema de formación
profesional cuyos elementos clave serán:
1. Diseño de un modelo de
formación profesional para el empleo de aplicación a toda las Administraciones
2. Elaboración, en colaboración
con los Interlocutores Sociales, de un escenario de planificación plurianual
adecuado a las necesidades de las empresas
3. Definición de un nuevo papel
para los distintos agentes y órganos concernidos en la gobernanza del sistema
4.Libre concurrencia entre
entidades de formación. Con el nuevo modelo el 100% de las subvenciones para la
formación profesional para el empleo se someterán a libre concurrencia
competitiva.
5. Implantación de la
cuenta-formación que acompañará al trabajador a lo largo de su carrera
profesional
6. Introducción de la posibilidad
de instrumentar un cheque-formación para trabajadores desempleados con el
objetivo de proporcionarles la formación que necesitan para mejorar su
empleabilidad.
7. Junto con el cheque-formación,
la tele-formación permitirá, entre otras cuestiones, superar las limitaciones
de un calendario formativo condicionado por la tramitación administrativa.
8. Desarrollo de un sistema
integrado de información que garantice la trazabilidad de las acciones y la
actualización permanente de toda la información sobre la formación profesional
para el empleo.
9. Impulso al Sistema Nacional de
Cualificaciones y Formación Profesional y refuerzo de la coordinación entre las
distintas Administraciones públicas competentes
10.Evaluación permanente de la
calidad y el impacto real de la formación en términos de mejora en el desempeño
en el puesto de trabajo o de inserción y mantenimiento del empleo a través de,
entre otras medidas, la exigencia de la realización de auditorías de control.
11.Garantía del principio de
tolerancia cero con el fraude. Creación,
dentro de la Inspección de Trabajo, de una unidad especializada en el
seguimiento y control de las actividades de formación con capacidad efectiva de
sanción por irregularidades relacionadas con la formación, así como el
establecimiento de un buzón de denuncias de malas prácticas e incumplimientos
en el ámbito de la formación para el empleo.
12. Aprobación de un régimen
sancionador que incluya, entre otras cuestiones, la imposibilidad para los
beneficiarios de planes de formación de volver a trabajar para la
Administración pública en el ámbito de la formación durante, al menos, cinco
años cuando hayan incumplido la legalidad.
Para más información:
Ministerio de Empleo y Seguridad Social
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