Desde el cuarto trimestre de 2013 asistimos a ciertos síntomas de recuperación económica a los que no ha sido ajena la evolución del absentismo. El absentismo laboral se ha convertido en uno de los problemas que más afectan a la competitividad de las empresas españolas. Por esta razón, desde hace dos años, Adecco presenta anualmente su informe sobre el tema. Las cifras que hemos conocidos gracias a este estudio indican que la tendencia decreciente en los niveles de incapacidad médica y de los ratios de absentismo con carácter general, ha llegado a su fin, es decir, el “efecto crisis” en las ausencias del puesto de trabajo ha agotado todo su potencial.
Esta sería muy mala noticia si las empresas sólo dependieran de esta variable: la falta de ausencias por temor a perder el empleo. Sin embargo, ahora más que nunca empresas, administración y legislador tienen el deber de seguir liderando cambios que no nos lleven nuevamente a la situación de la que partíamos en 2007, donde la sangría del absentismo ha supuesto una indeseable falta de productividad y competitividad en nuestras relaciones laborales.
El III Informe Adecco no consiste tan sólo en analizar periódicamente las cifras de este fenómeno en nuestro país , sino que aborda de manera sucesiva el estudio de todas aquellas manifestaciones que nos ayuden en la prevención, gestión y, en su caso, adecuado control del absentismo. Con este estudio se pretende ser sensible a la cambiante fenomenología del absentismo y seguir investigando sobre los factores que nos permitan su óptima gestión.
El análisis sobre las variables que subyacen a las cifras de absentismo en nuestro país demuestra el mantenimiento de ciertas constantes que avalan la idea de que no podemos conformarnos con el modelo actual: permanencia de los índices más elevados en las mismas zonas geográficas, especial incidencia en las empresas de mayor tamaño, relación entre absentismo y nivel de desempleo, progresiva reducción de la jornada pactada y del tiempo efectivo de trabajo, etc.
El absentismo en España
La tasa de absentismo estimada con datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral que elabora el Ministerio de Trabajo oscila entre el 3,7% en 2000 hasta el 4,9% en 2007, con una ligera moderación hasta el 4,7% en 2010 y 2011 y bajando al 4,3% y 4,1% en 2012 y 2013. La Encuesta Trimestral de Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE) indica la misma cifra de 4,1 % en 2013.
El factor determinante de la tasa de absentismo resulta ser el número de horas no trabajadas por Incapacidad Temporal (bajas por IT). Asimismo, se observa en el periodo analizado, 2000-2013, una reducción gradual del número de horas pactadas por trabajador y año, que, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), fueron 1.805 en 2013, un 5,9% menos que en 2000.
La jornada de trabajo efectiva por trabajador y año, por su parte, y como consecuencia fundamentalmente de la reducción de las horas pactadas, experimenta una trayectoria decreciente; reduciéndose un 7,6% entre 2000 y 2013; con una bajada excepcionalmente relevante del 2% en 2009. En 2013, la jornada de trabajo efectiva por trabajador fue de 1.557 horas por trabajador, frente a 1.684 horas en 2000.
Los datos aportados por la ETCL para las autonomías son insuficientes para estimar la Tasa de Absentismo por CC.AA., pudiendo analizar únicamente las horas trabajadas y las horas no trabajadas. Aunque en 2013 son las comunidades de Madrid, Castilla La Mancha, Galicia, Baleares y Canarias las que presentan más horas efectivas trabajadas.
Por sectores, la tasa de absentismo de 2013, según la ECL, es del 4,2% en Servicios (5,1% en 2007), del 4,1% en Industria (5,5% en 2007) y del 3% en Construcción (3,7% en 2008). La tasa de absentismo por incapacidad temporal se reduce notablemente entre 2007 y 2013, especialmente en el sector Industria, llegando a situarse en 2013 en niveles incluso inferiores a los del año 2000 tanto en Industria como en Construcción, y en el mismo nivel en Servicios.
Los únicos precursores de bajas por IT no justificadas que presentan algo de relevancia son aquellos relacionados con la conciliación de la vida laboral y familiar, así como afecciones leves de enfermedad. El tamaño de la empresa (según número de empleados) y el sector de actividad no alteran estos resultados en sus conclusiones principales, lo que refleja que la economía española tiene un déficit estructural en flexibilidad laboral que incide directamente en el comportamiento de los trabajadores.
Como novedad, en este III Informe Adecco sobre el Absentismo se ha incluido el análisis de los resultados de la primera encuesta sobre Presentismo y Absentismo que se hace en nuestro país, y que las organizaciones participantes en este informe han llevado a cabo a través de la participación de más de mil empresas. Los resultados reflejan tanto la escasa importancia que aún se da a la métrica de este fenómeno, como que este es un ámbito en el que cobran vital importancia para su prevención los mecanismos y medidas de flexibilidad en la gestión de las personas dentro de las organizaciones
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