El autoempleo una opción para épocas de crisis y falta de oportunidades laborales
Desde que el hombre es hombre, siempre han existido emprendedores que han mantenido el autoempleo vivo, personas que no se conformaban con el salario y ocupación que tenían, y buscaban otras formas de ganarse la vida para alcanzar sus metas.
Se desvinculaban de cualquier empresa para la que trabajaban e iniciaban un nuevo camino que les permitiera mejorar su calidad de vida.
Sin embargo, este tipo de “reciclaje” no ha sido siempre el principal motivo, ya que muchos otros lo hacen por la imperiosa necesidad de intentar alcanzar aquellas metas que de una forma u otra quedaron relegadas a un segundo plano. Hay quienes persiguen un sueño y desean verse realizados haciendo aquello que más les gusta, y si para ello tienen que cambiar su empleo, lo hacen. Estos son los verdaderos emprendedores, perseguidores de sus propios sueños.
Botella medio llena o medio vacía; Revertir la situación solo depende de nosotros
La crisis ha afectado a todos los niveles, empresas y trabajadores han cedido ante su presión y ahora se encuentran en quiebra y sin ninguna actividad, otras han aprovechado la situación y han centrado sus esfuerzos en explotar habilidades y conocimientos para darle forma a un nuevo proyecto.
No debemos olvidar que siempre existen fórmulas eficaces de conseguir beneficios aun en las situaciones más adversas, y esto es precisamente lo que ha de buscar el emprendedor, pero no solo el económico, sino también el personal y profesional, pues se trata de lograr el equilibrio.
Ha de ser capaz de buscar la oportunidad aun en las situaciones más complejas. No importa qué haga ahora o lo que pueda suceder mañana, emprender es alcanzar un objetivo que se sale de cualquier empresa para la que trabaje, no tiene fechas ni límites, depende de nuestra voluntad por progresar. Solo es cuestión de reflexionar y comprender realmente que necesitamos expandirnos profesionalmente para alcanzar unos objetivos.
Ser consciente de la realidad y aprovechar las oportunidades
Que en nuestro país la situación es peculiarmente delicada es algo que podemos comprobar con solo salir a la calle, los datos no son nada esperanzadores, llevamos varios años en los que la realidad no se asemeja con lo que nos cuentan. Sin embargo, esta alta tasa de paro que sufrimos ha permitido que muchos desempleados hayan puesto la maquinaria de su cerebro en funcionamiento para comenzar a adentrarse en el sector del autoempleo con buenas ideas de negocio.
Esto genera riqueza y movimiento, tanto para el país como para el propio emprendedor, que ve posibilidades donde creía que no las había. Hay que aprovechar el momento, y éste es ideal para tomar decisiones importantes, decisiones como emprender, cambiar el rumbo de nuestra carrera profesional y comenzar a cumplir esos objetivos que tanto añoramos y que tantas barreras nos encontramos cuando intentamos aplicarlos en un puesto de trabajo convencional.
Buscar alternativas y tratar de alcanzar el éxito personal
En las grandes depresiones siempre aparecen nuevas figuras que revolucionan la sociedad en un sentido u otro, gente que empezó sin nada salvo la ilusión, y lograron cambiar el mundo con sus proyectos innovadores a base de mucho esfuerzo. Hablamos de personas que supieron desviarse de lo habitual, que cogieron sus ideas y las desarrollaron aun en entornos hostiles. Ejemplos de superación como lo siguientes:
- Rob Kalin. A sus 25 años diseñaba muebles y no veía la forma de comercializar sus creaciones. Este pensamiento le atormentaba hasta el punto de ser su única preocupación. Hasta que en 2005 decidió crear él mismo un espacio en el que poder dar salida a sus obras y las de otros artistas, esa plataforma se conoce hoy como Etsy y está valorada en más de 300 millones de dólares.
- Jack Dorsey. Un nombre que hace 7 años no nos hubiera dicho nada, sin embargo, ahora es el del creador de la archiconocida Twitter, que ya cuenta con más de 500 millones de usuarios y una plantilla superior a los 900 empleados. Dejó sus estudios en la universidad para poder desarrollar sus proyectos, incluido éste.
- Leanna Archer. Con tan solo 8 años ya fabricaba sus propios productos para el cabello basados en una antigua receta familiar. Cuando todos preguntaron por el brillo de su pelo dio el salto y comenzó a producir en grandes cantidades. Ahora tiene 16 años, una empresa: Leanna Inc., aparece en Wall Street, cuenta con 8 empleados y factura más de 100.000 dólares al año.
Pero, ¿Qué sucede con el resto de emprendedores que no llegan tan alto? ¿Supone un fracaso? Ese alto porcentaje restante que también opta por tomar este camino para ver como sus pasiones y habilidades se alían con el fin de hacer realidad sus metas profesionales, goza con cada resultado positivo que obtiene gracias a su esfuerzo, hay metas y metas, y cada uno traza su camino. El éxito es relativo y abarca muchas definiciones. Para un emprendedor, la satisfacción de un cliente lo significa todo, eso es lo realmente bonito de esta profesión.
Cada vez somos más emprendedores
Cuando no tenemos nada que hacer en el trabajo y éste nos limita profesionalmente, surge una voluntad en nuestro interior por buscar el cambio. Algunos no la saben interpretar y consiguen ocultarla bajo llave, otros se sienten limitados y presionados, incapaces de poder realizar aquello que les gusta, entonces se liberan, dejan salir al exterior todas sus aspiraciones y objetivos, y comienzan una nueva etapa de su vida profesional.
Cogemos nuestro pequeño capital y lo invertimos en un nuevo proyecto guiado por nuestra ilusión. Pasamos a convertirnos en una nueva clase de trabajador, alguien que, acompañado por socios o de forma individual, se lanza al mundo empresarial con un proyecto nuevo, una idea de negocio que puede salvarle de su pecaminosa situación. Justo en ese momento es cuando se cumple el proceso, hemos pasado de empleado o parado, a todo un emprendedor
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