lunes, 19 de diciembre de 2016

10 preguntas que no puedes hacer en la entrevista de trabajo

Preguntas que no puedes realizar al reclutador en una entrevista de trabajo

“¿Quiere preguntarme algo?”, sugiere el reclutador. 

Este suele el escenario común cuando la entrevista de trabajo llega a su fin, momento en el que los candidatos suelen bajar la guardia. Responder ‘No, ninguna pregunta, gracias’ es sin duda lo menos adecuado. Si hemos realizado un análisis exhaustivo de la empresa, su actividad, sus valores, modus operandi, de los requisitos de la oferta, etc., es el momento de demostrar que hemos preparado la entrevista, dejando así constancia de que tenemos verdadero interés por conseguir el puesto.

Los candidatos deben aquí plantear cuestiones, por ejemplo, sobre previsiones de crecimiento de los próximos años de la compañía, sobre algún dato o curiosidad vista en su web o canales sociales, sobre cómo se organiza la empresa, el clima laboral, o propias de las funciones que desempeñaríamos en ese puesto.

Sin embargo, dentro de todos esos casos en los que los candidatos sí que aprovechan para saber más sobre la compañía, que son muchos, en ocasiones sus preguntas están dentro de la lista negra ‘Qué no debes preguntar nunca en una entrevista de trabajo’.

A continuación se recogen algunas de esas cuestiones que o bien tenemos que dejar de lado a entrar en la fase final de proceso o a ser seleccionados.  

Preguntas inapropiadas del candidato al reclutador

¿Qué beneficios ofrece la empresa?

Hablar del salario, los días de vacaciones u otros beneficios son asuntos que no se deben abordar hasta que el candidato recibe la oferta económica oficial. Esta pregunta ofrece al reclutador la impresión de que al entrevistado lo único que le interesa es su nómina, y no tanto el formar parte de la empresa y el proyecto.

¿Por qué la empresa despidió a tanta gente el año pasado?

Es lógico que el candidato quiera saber acerca de la situación en la que se encuentra la empresa, pero es preferible evitar cualquier pregunta que pueda resultar incómoda para el entrevistador. Si es una información de suma importancia, puede reformularse la pregunta de tal manera que el empleador no reaccione a la defensiva. Una opción sería: “He leído acerca de los despidos. ¿Cuál es su opinión acerca de la situación actual de la empresa?”.

¿Cómo es la competencia?

Aunque el postulante crea demostrar interés por los temas relacionados con la empresa de esta manera, en realidad revela que no ha invertido el tiempo suficiente en investigar sobre la compañía previamente a la entrevista. Antes de preguntar cualquier cosa, debe asegurarse de que Internet no puede brindarle la respuesta.

Para acertar, sería más conveniente preguntar algo en concreto que hayamos visto que hace la competencia y su empresa no…

¿Puedo trabajar desde casa?

A no ser que esté implícito en la descripción principal del trabajo, el candidato debe abstenerse de preguntar acerca de las condiciones del puesto. Algunas empresas permiten el teletrabajo una vez comprueban la productividad y eficiencia del empleado en cuestión, pero depende de múltiples factores. Una entrevista no es el momento de pedir favores especiales, el candidato debe centrarse en vender su marca personal y plantear los beneficios que su incorporación traería a la empresa.

¿Desea ver mis referencias?

Las entrevistas de trabajo se parecen a una cita romántica: el postulante quiere atraer y conseguir que le vuelvan a llamar. Ofrecer demasiado rápido sus referencias puede transmitir desesperación y alertar al profesional de Recursos Humanos de que algo no encaja. Además, el candidato se expone a usar en exceso sus referencias y no poder recurrir a ellas en el futuro. En esta reformulación encajaría más decir algo como ‘Si desea consultar mis referencias, no tiene más que decírmelo’.

¿Va a buscar mis perfiles de redes sociales?

El miedo a que el posible futuro jefe descubra algo perjudicial en redes sociales es una preocupación ubicua en la actualidad. Sin embargo, es mejor obviar esa pregunta a riesgo de dar a entender que hay algo que ocultar. Lo que debemos hacer es mantener nuestras redes sociales de uso particular privadas, y aquellas de uso profesional, utilizarlas para únicamente cuestiones profesionales.

¿Puedo tener flexibilidad horaria?

Desear que el puesto ofrezca horario flexible para poder recoger a sus hijos de la guardería es una preocupación legítima por parte del postulante, pero es preferible obviar esa pregunta. Aunque conciliar vida personal y laboral es una tendencia popular, el empleador puede interpretar que el entrevistado piensa más en sus propias necesidades que en lo que busca la empresa.

¿Suelen hacer revisiones del trabajo?

En este caso, la intención del candidato puede ser conocer cómo evalúa la empresa el rendimiento de sus trabajadores. Es recomendable evitar esta pregunta en un primer contacto con el reclutador.

Exigencias: ¿Podría utilizar iOS en vez de Windows?

El postulante debe asegurarse de que es fácil trabajar con él, no una molestia. Ningún reclutador quiere incorporar a su equipo una persona que le traiga más problemas que soluciones. Exigir una oficina con ventana o un móvil de empresa última generación pertenecerían a este tipo de cuestiones que transmiten la impresión de que el candidato es una persona poco flexible.

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