viernes, 18 de enero de 2013

Personajes del mercado laboral

Tipos de personajes de la fauna laboral

Un poco de buen humor .... al leer este artículo de los tipos de personas que nos podemos encontrar en una empresa.

Perdonad las expresiones pero en muchos casos son necesarias...

Depredadores laborales, cotillas, amargados, todos tienen cabida en la plantilla de las empresas y recordad que la primera norma de supervivencia en el entorno laboral es estar atento. La segunda mantener la distancia y la tercera no entrar jamás en una cadena de mails que lleven por asunto “ cumpleaños de Fulano”.
1. El Jefe Supremo

El Jefe Supremo está más allá del bien y del mal. Si la empresa es medianamente grande puede que muchos de los curritos jamás le hayan visto u oído. Es una especie de animal mitológico que desde el fondo de su despacho da las órdenes que rigen los destinos de los curris. Su supremacía es tanta y tan lejana que muchas veces no se sabe si es un genio, completamente idiota o directamente pasa de todo. Los curris que le tratan y confirman la condición humana del Jefe Supremo son considerados seres que están cerca del “secreto” y se suele desconfiar de ellos.

2. El Gordo Cabrón

En toda buena empresa que se precie hay un gordo muy cabrón que se caracteriza en primer lugar por parecer un gordo entrañable… pero no lo es. Es compacto, siempre es fofo, blandengue y en un 90 % de los casos brilla. Suda y brilla… con brillo pegajoso. Tiene el culo gordo. Un gordo cabrón es colgón. Se acerca siempre sonriendo. Nunca parece estar serio… hay que estar alerta, es la sonrisa de la muerte, el beso del mafioso, el brillo de Transfer. Un gordo cabrón manipula, a las personas y la información. jamás te mira a los ojos cuando te habla. No sostiene la mirada… mira a través de ti, mira a lo que hay detrás… Un gordo cabrón es un cobarde y es muy peligroso.

3. El cotilla

Suele ser bajito, enjuto y si es chica tiene piernas cortas. Conoce absolutamente todo lo que ocurre en la casa, a quien le ha pasado algo, quien se ha casado, quien se ha divorciado, quien ha tenido movida con fulano, a quién se vió el otro día montándose en el coche con no sé quién, lo que gana cada uno, los días de vacaciones que se han tomado. Nadie sabe muy bien en qué trabaja. Es un animal de pasillo, de máquina de café, de descansillo de escalera. Al cotilla jamás le encontrarás en su puesto de trabajo.

4. El entrañable

En todos los curros hay gente maja y siempre siempre hay uno al que todo mundo quiere. No es el más listo, ni el más simpático, ni por supuesto el más guapo. No tiene el mejor puesto de trabajo y probablemente no brille por su eficacia laboral pero es entrañable. Todo el mundo le saluda por los pasillos, pregunta por él… es un personaje que se hace querer.

5. La pánfila

Currar con una pánfila es una de las mayores condenas que te pueden ocurrir. Lo único bueno que tienen es que son fáciles de distinguir incluso de lejos. Las pánfilas andan siempre con pasitos cortos: tiki tiki tiki..las oyes llegar. Tienen siempre un tono de voz aflautada tan desagradable como rascar con las uñas una pizarra y suelen llevar ropa rosa. Una pánfila es una cruz para trabajar porque cuando le explicas algo ves claramente que no te está entendiendo… tiene esa mirada boba de foca monje y cuando terminas de hablar, con su voz de pito repetirá lo que tú acabas de comentar añadiendo esta coletilla al principio: Peroooo… entonces????

Desearás la muerte.

6. El trepa

Los trepas son hienas. Son la hez en el universo laboral. Son mala gente y además suelen ser idiotas. Lo peor de todo es que nacen y se reproducen porque el resto de la fauna laboral en vez de acabar con ellos según son detectados, los dejan vivir y para cuando quieren acabar con ellos, es demasiado tarde. La única solución es esperar a que se devoren entre ellos y mientras tanto andarse con cuidado y caminar pegado a las paredes. Un buen trepa finge siempre saber inglés… es una buena manera de detectarlos.

7. El Gollum

En todos los curros hay alguien que considera que lo que hace,que la información que maneja es no ya vital para la empresa sino que lo es también para el planeta, la galaxia y el universo. Conseguir que proporcione un dato, un informe, una hoja de excel con un gráfico es un trabajo árduo. Es “su tesorooo”. Añorarás un cursillo de técnicas de interrogatorio de la KGB.

8. El “me da igual”

De estos siempre suele haber varios. Es esa gente que no se moja nunca. Les preguntas cuando convocar una reunión, como hacer el informe, su opinión sobre un proyecto, una valoración, una idea…y te mira y dice: “me da igual”, “cómo veáis”, “lo que queráis”. Te sacan de quicio porque el “me da igual” significa exactamente: no voy a mojarme… si funciona diré que yo apoyé la idea y si no funciona diré que opine contra ella. Pero mientras tanto “me da igual”.

9. Los informáticos

Los informáticos son muy sufridores en los curros, tienen fama de tratar con los zopencos de los usuarios y van por ahí haciéndose los mártires contando lo muchísimo que curran ellos y lo inútil que es la gente. Correcto… pero ellos también tienen tela. Para empezar, como son listos, han creado un arma poderosa para frenar los ataques de los usuarios. Un arma poderosa y completamente inútil: la intranet. Llamas porque se te ha estropeado el ordenador y ya has reiniciado, bailando la cumbia, toqueteado los cables y todo…y te dice: “pon una incidencia”. Correcto… ¿como la pongo si el ordenador no enciende?

Entre sus filas siempre hay uno que es un borde de cojones y es el que suelen enviar al primer contacto con el enemigo: “A ver, alegradme el día. ¿qué habéis roto?” es el Harry el Sucio de los informáticos.

Por suerte para los demás… suele haber siempre un inadaptado majete que soluciona tus problemas sin perdonarte la vida.

10. El tocacojones

Es el que siempre pone pegas a todo, porque si, por principio. Todo, absolutamente todo le parece mal o encuentra pegas que poner. Da igual que sea el informe anual de cuentas, los turnos de vacaciones o el regalo para un compañero, todo le parece mal. Protesta por el aire acondicionado, por el calor, por el curro que le toca hacer, por el que no le toca hacer, por las reuniones a las que tiene que ir, por las que no tiene que ir… es cansino hasta el infinito y acaba generando muy mal rollo.

11. El inútil integral

El inútil integral no sabe hacer nada y es consciente de ello pero como suele ser también un idiota extremo, considera que es un as del disimulo y nadie se entera. Es como el oso polar que en los dibujos se esconde detrás del árbol y cree que nadie le ve, así de inútil es. Un inútil integral se dedica a cualquier nimiedad absurda que a nadie le interesa mientras su verdadera tarea queda sin hacer o aún peor queda destrozada por su incompetencia. La nimiedad absurda suele ser de carácter estético y roza el cursilismo en sus más variadas formas. Una presentación de curro en powerpoint con fondos horteras que dan grima…y nada de contenido, es siempre obra de un inútil integral cultivando su lado cursi.

12.El jefe que mola

Este espécimen es muy muy escaso y en muchos curros ha desaparecido fagocitado por los depredadores pero quedan algunos. Son difíciles de ver y si tienes la suerte de dar con uno de ellos debes cuidarlo y mimarlo porque cuando se marche o te vayas tú, lo echarás de menos. El jefe que mola es ese con el que aprendes, el que escucha lo que dices, el que te da una palmadita en la espalda cuando lo haces bien, el que te critica constructivamente cuando la cagas, el que te ve como una persona única y no como un peón intercambiable y el que no pide imposibles pero tampoco deja que te acomodes.

Si teneis un jefe que mole..aferraos a ese curro, es tan raro como ver un unicornio.


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