Es una pregunta preocupante, ya que en los primeros meses del año los incentivos fiscales del Gobierno a los Expedientes de Regulación de Empleo temporales (en los que los empleados van al paro sólo durante un periodo de tiempo acordado con la empresa) han conseguido incrementar, tal y como se pretendía, esta fórmula de despido colectivo pero hasta cuando esta forma de extinción temporal de empleo.
Durante este año 2009 en el que la crisis económica se ha hecho más acuciante la vía de escape para muchas empresas ha sido los ERES pero no definitivos sino ERES temporales que suponían un despido temporal de trabajadores mientrás que la empresa intentaba solucionar provisionalmente los problemas económicos en espera de tiempos mejores.
Así durante los primeros meses del año las noticias sobre Eres temporales eran constantes en nuestra economía pero en los últimos meses se han incrementado preocupantemente el número de trabajadores en Ere temporal que finalmente eran despedidos. Los datos empiezan a mostrar un cambio en la preferencia de las empresas de los ERE temporales a los despidos porque al final en ere temporal también tiene un coste para las empresas y en muchos casos no hace más que retrasar el problema.
Algunas empresas presentan un ERE temporal para ganar tiempo en busca de un acuerdo para reducir la plantilla de forma permanente o hasta que logra financiación para las indemnizaciones por lo que sería preocupante que el número de eres definitivos aumente si es por trabase de eres temporales y no por nuevos expedientes. La prolongación de la crisis ha añadido otro inconveniente a las prórrogas de los ERE temporales ya que ya hay trabajadores que han agotado su prestación de desempleo por lo que un alargamiento de los 120 días a 180 del plazo de condonación del paro en caso de despido posterior contribuiría a mantener los ERE temporales como alternativa al despido.
Las cifras de los eres son claros para que veamos como está la situación:
Los despidos colectivos se han multiplicado por cuatro en los primeros seis meses de 2009, y como consecuencia de ello, 43.433 trabajadores han perdido su empleo dentro de un ERE de extinción y 347.266 se encuentran en paro en una situación de incertidumbre después de haber sido incluidos dentro de un ERE temporal, según las estadísticas que maneja el propio Ministerio de Trabajo
En los primeros seis meses de 2008 se despidió definitivamente a 19.708 trabajadores. En el primer semestre de 2009, a 42.513. Por otra parte, en los seis primeros meses de 2008 15.130 trabajadores se vieron incluidos en un ERE temporal. En ese mismo periodo en 2009, 333.509 se han ido ya al paro hasta que a su empresa le vaya mejor dentro de un ERE definitivo.
Por tanto podemos concluir que si vamos a una extinción, la empresa tiene que pagar finiquitos e indemnizaciones. Si vamos a una suspensión, no. También se va a esta última porque a las empresas les interesa dar una imagen de continuidad: se está diciendo, al menos de puertas afuera, que cuando las cosas vayan mejor, volverá a trabajar con sus empleados, pero hasta entonces no puede hacer frente a sus responsabilidades”. ¿Consigue entonces su objetivo? “Todavía hay muchos expedientes en suspenso. Habrá que ver cuántos se convierten luego en extinciones. Hay casos en los que habría que ir a la extinción directamente, y, sin embargo, se va primero a la suspensión...”,
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