La Comisión Europea prevé aprobar el próximo junio la Estrategia 2020, una propuesta con la que se quiere crear hasta 15 millones de puestos de trabajo en los países de la UE durante la década 2010/2020. No serán, sin embargo, unos empleos cualquiera; exigirán un nivel alto de cualificación.
La economía española no será ajena a este repunte de empleos altamente cualificados, según revela el informe 'Oferta y demanda de capacidades en Europa: perspectivas a medio plazo hasta 2020' elaborado por el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop).
Siguiendo la tendencia de otros países de la Unión, el informe explica que los empleos que creará España durante los próximos 10 años se centrarán en ocupaciones de alta y media cualificación, mientras que los de baja cualificación experimentarán un descenso notable a lo largo del próximo decenio, al igual que ocurrirá en toda Europa. En concreto, se prevé que la economía española generará 1,2 millones de empleos de media cualificación en este tiempo y más 1,4 millones de puestos de trabajo de alta cualificación mientras se dejarán por el camino casi 1,3 millones de empleos de baja cualificación.
Así, en el informe se estima que se destruirán 382.000 empleos en España dentro del comercio y la artesanía en los próximos diez años, mientras que el sector industrial perderá 52.000 puestos de trabajo y la agricultura y la pesca 105.000 empleos. Frente a estos descensos, los incrementos en el mercado de trabajo estarán centrados en técnicos y cuadros (796.000 nuevos empleos hasta 2020), en el sector servicios (497.000), en ocupaciones elementales (289.000), directivos (211.000), profesiones liberales (90.000) y administrativos y empleados (70.000).
En total, el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional prevé que la fuerza laboral española esté compuesta en 2020 por 20,3 millones de trabajadores, de los que 5,7 millones estarán empleados en actividades de baja cualificación; 6,06 millones se ubicarán en empleos de media cualificación, y 8,4 millones trabajarán en puestos de alta cualificación.
El informe señala que para competir en el mercado global, Europa necesita generar productos y servicios más innovadores y de mayor calidad. Asimismo, observa el surgimiento de nuevas ocupaciones ligadas a la tecnología, la innovación, el cambio demográfico y las estrategias climáticas, que están generando nuevas demandas. A nivel europeo, en el estudio se prevé que los Veintisiete generen cerca de 7 millones de empleos en la próxima década, frente a los casi 10 millones generados en los diez años anteriores.
Al igual que en el caso español, los nuevos empleos se concentrarán en actividades de media y alta cualificación, con 4 millones y 14,8 millones de nuevos puestos de trabajo en la década. En contraste, en diez años la UE-27 perderá 11,9 millones de empleos de baja cualificación.
Concretamente, durante la próxima década se destruirán en Europa más de 2,5 millones de empleos en el sector primario, especialmente en la agricultura, y cerca de dos millones en la industria manufacturera. Por el contrario, se espera que se creen cerca de 12 millones de empleos en el sector servicios de mercado, mientras que los servicios públicos elevarán su ocupación aproximadamente en un millón de empleos gracias a educación y sanidad.
Este crecimiento moderado del empleo público en la UE previsto para los próximos diez años responderá sobre todo a que las distintas administraciones reducirán la demanda de trabajadores por las restricciones presupuestarias.
En su informe, el organismo europeo recomienda mirar más allá de las fronteras de Europa porque países competidores, como Brasil, Rusia, India y China, así como otras naciones en desarrollo, están también apuntando a un incremento de su capital humano y de la participación de éste en empleos de alta cualificación. "Europa no tiene margen para la complacencia", concluye
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