MODELOS LABORALES EN OTROS PAÍSES
Dada que la noticia principal del mercado español de trabajo es la actual reforma laboral conviene darse un pequeño paseo por otros países para ver este tema en otros vecinos.
Alemania: Reducción de jornada. La mayoría de los expedientes de regulación de empleo que ha habido en Alemania en estos años son temporales o de reducción de jornada, y no de extinción del puesto de trabajo. Tal y como explica el experto Alejandro Nieto González, las empresas alemanas pueden reducir la jornada de los trabajadores con mucha flexibilidad para adecuarla a la demanda productiva, y estos trabajadores ven compensada su reducción de salario con un subsidio público. También pueden suspender a trabajadores de empleo durante una temporada y los trabajadores recibirán un subsidio de desempleo del Estado. El modelo alemán es una de las bases de la reforma propuesta por el Gobierno español.
Austria: Un fondo para el trabajador. El modelo austriaco es uno de los que se han estudiado a lo largo de las negociaciones de la reforma laboral. En Austria, la empresa va poniendo dinero en un fondo personal del trabajador, que éste puede retirar si es despedido (salvo si el despido es en los dos primeros años) o se jubila. Si el trabajador cambia de empresa puede traspasar el dinero al fondo de la nueva compañía o a un plan de pensiones. Con este sistema, el coste de despedir es cero (la empresa ya ha ido pagando la indemnización), pero los costes laborales son muy altos.
Estados Unidos: Despido libre. En EE UU el empleador puede despedir a su empleado en cualquier momento sin necesidad de motivos o indemnizaciones, salvo que las razones entren en conflicto con libertades civiles o derechos constitucionales (motivos raciales, por ejemplo). No obstante, en los contratos se suelen negociar indemnizaciones por despido.
Dinamarca: Término medio. El modelo danés se sitúa a medio camino entre la rigidez de países como España o la extrema flexibilidad de EE UU. Las empresas no están obligadas a pagar indemnización alguna por despido, pero si un trabajador es despedido recibe el 90% de su sueldo en subsidio de desempleo (con un máximo 2.000 euros), cuatro años de paro y un seguimiento de su caso por parte los servicios de empleo para intentar recolocarle. El subsidio se retira si se detecta que el parado no tiene intención de volver a tener un empleo. El sistema, no obstante, resulta muy caro para el Estado. Dinamarca es uno de los países con los impuestos más altos del mundo.
¿que os parece el nuestro? en donde podíamos encajarlo...
Dada que la noticia principal del mercado español de trabajo es la actual reforma laboral conviene darse un pequeño paseo por otros países para ver este tema en otros vecinos.
Alemania: Reducción de jornada. La mayoría de los expedientes de regulación de empleo que ha habido en Alemania en estos años son temporales o de reducción de jornada, y no de extinción del puesto de trabajo. Tal y como explica el experto Alejandro Nieto González, las empresas alemanas pueden reducir la jornada de los trabajadores con mucha flexibilidad para adecuarla a la demanda productiva, y estos trabajadores ven compensada su reducción de salario con un subsidio público. También pueden suspender a trabajadores de empleo durante una temporada y los trabajadores recibirán un subsidio de desempleo del Estado. El modelo alemán es una de las bases de la reforma propuesta por el Gobierno español.
Austria: Un fondo para el trabajador. El modelo austriaco es uno de los que se han estudiado a lo largo de las negociaciones de la reforma laboral. En Austria, la empresa va poniendo dinero en un fondo personal del trabajador, que éste puede retirar si es despedido (salvo si el despido es en los dos primeros años) o se jubila. Si el trabajador cambia de empresa puede traspasar el dinero al fondo de la nueva compañía o a un plan de pensiones. Con este sistema, el coste de despedir es cero (la empresa ya ha ido pagando la indemnización), pero los costes laborales son muy altos.
Estados Unidos: Despido libre. En EE UU el empleador puede despedir a su empleado en cualquier momento sin necesidad de motivos o indemnizaciones, salvo que las razones entren en conflicto con libertades civiles o derechos constitucionales (motivos raciales, por ejemplo). No obstante, en los contratos se suelen negociar indemnizaciones por despido.
Dinamarca: Término medio. El modelo danés se sitúa a medio camino entre la rigidez de países como España o la extrema flexibilidad de EE UU. Las empresas no están obligadas a pagar indemnización alguna por despido, pero si un trabajador es despedido recibe el 90% de su sueldo en subsidio de desempleo (con un máximo 2.000 euros), cuatro años de paro y un seguimiento de su caso por parte los servicios de empleo para intentar recolocarle. El subsidio se retira si se detecta que el parado no tiene intención de volver a tener un empleo. El sistema, no obstante, resulta muy caro para el Estado. Dinamarca es uno de los países con los impuestos más altos del mundo.
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