En su reunión, celebrada ayer en
el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el Pleno del Consejo Estatal de
Responsabilidad Social de las Empresas (CERSE) ha dado luz verde a la
Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas, un documento que
dotará a nuestro país de un marco común de referencia que permitirá armonizar
las distintas actuaciones que, en relación a la RSE, se están desarrollando
tanto en el ámbito público como en el privado.
La ministra de Empleo y Seguridad
Social, Fátima Báñez, se ha referido al comienzo de su intervención a la hoja
de ruta del Gobierno de España en lo relativo al impulso de la Responsabilidad
Social, “que se vertebra en torno a tres ejes fundamentales”. En el primer eje
relativo a la transparencia, el buen gobierno y la ejemplaridad de las
Administraciones públicas, la ministra se refirió a la aprobación de la Ley de
Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno; a la Ley de
ordenación, supervisión y solvencia de entidades de crédito, que introduce
reformas en materia de gobierno corporativo para las entidades de crédito; y al
Proyecto de Ley por el que se modifica la Ley de Sociedades de Capital para la
mejora del Gobierno Corporativo.
En relación al segundo eje, el de
promoción de la RSE, “hemos puesto en marcha una iniciativa que en Europa ya ha
sido considerada como una “buena práctica” y que tenemos previsto continuar
impulsando”, aseguró la ministra. Se trata del sello de adhesión a la
Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, “cuyo objetivo es dar visibilidad
a aquellas empresas y organizaciones que realizan actuaciones para que los
jóvenes tengan más y mejores oportunidades laborales”, aseguró. Hasta la fecha,
ya son más de 500 las empresas las que se han adherido a la Estrategia, que han
puesto en marcha medidas valoradas en casi 500 millones de euros.
Por último, la ministra se
refirió a un tercer eje para la creación de un marco común de referencia en el
que se enmarca, como actuación principal, la Estrategia Española de
Responsabilidad Social de las Empresas.
La Estrategia responde a las
recomendaciones plasmadas en la Estrategia Renovada de la Unión Europea sobre
Responsabilidad Social de las Empresas, que insta a los países miembros a
impulsar políticas nacionales en materia de RSE. “Además, se trata de un
compromiso del Gobierno adquirido en mi primera comparecencia en el Congreso de
los Diputados, en el que me comprometí a que España tuviera una Estrategia de
Responsabilidad Social en la presente legislatura”, ha señalado Báñez.
Trabajo en el seno del CERSE
La Estrategia se ha elaborado en
el seno del CERSE a partir de una propuesta inicial que el Ministerio realizó,
a través de la Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y
de la Responsabilidad Social de las Empresas, en el pasado mes de septiembre.
Desde entonces, el Grupo de
Trabajo encargado de elaborar el documento definitivo se ha reunido en un total
de 15 ocasiones que han dado lugar a más de 40 horas de negociación que, según
ha manifestado Fátima Báñez, “han dado
lugar a un documento que recoge las distintas visiones que existen sobre esta
materia pero, sobre todo, recoge puntos de partida coincidentes para tratar que
las distintas actuaciones que se desarrollen en nuestro país relacionadas con
la RSE tengan mayor alcance”.
Además de los cuatro grupos que
componen el CERSE (administraciones públicas, organizaciones empresariales,
organizaciones sindicales y sociedad civil organizada) en la elaboración de
la Estrategia han participado 10
ministerios, las comunidades autónomas, las entidades locales, responsables de
RSE de empresas españolas, expertos académicos y también los ciudadanos a
través del proceso de información pública al que ha sido sometido el borrador
del documento.
Seis principios, cuatro
objetivos, 10 líneas de actuación y 60 medidas
La Estrategia Española de RSE
parte de seis principios, marca cuatro objetivos estratégicos y 10 líneas de
actuación con sus correspondientes medidas que confluyen en una visión: apoyar
el desarrollo de las prácticas responsables de las organizaciones públicas y
privadas con el fin de que se constituyan en un motor significativo de la
competitividad del país y de su transformación hacia una sociedad y una
economía más productiva, sostenible e integradora.
Los seis principios, tal y como
se recogen en el borrador, son:
1.COMPETITIVIDAD. La puesta en
marcha de actuaciones en materia de Responsabilidad Social se puede identificar
también como una apuesta por la excelencia en la gestión de las empresas que
redunda en la mejora de su posicionamiento en el mercado, en su productividad,
rentabilidad y sostenibilidad.
La Responsabilidad Social
facilita la innovación al incorporar nuevas formas de gestión que favorecen la
creación de nuevos productos y servicios dando respuesta a retos sociales y
ambientales.
2.COHESIÓN SOCIAL. La RSE debe
aumentar la eficacia de las organizaciones en la promoción de la igualdad de
oportunidades y la inclusión social.
La valoración de la RSE por la
sociedad, su mejor forma de promoción, requiere que los ciudadanos identifiquen
la misma como un elemento de cohesión social para ayudar a reducir los efectos
sociales de la crisis económica, principalmente la pérdida de puestos de
trabajo, y con la creación de empleo.
3.CREACIÓN DE VALOR COMPARTIDO.
La aplicación de los criterios y valores de la RSE, en colaboración efectiva
con los grupos de interés, contribuye a generar y reforzar el impacto positivo.
Debe, al mismo tiempo, contribuir a identificar, prevenir y eliminar los
impactos negativos y crear más valor no sólo para la propia organización que los
aplica, sino también para aquellos con los que lo comparte que son los
principales grupos de interés involucrados en su actividad y la sociedad en
general.
El objetivo de dicha aplicación
debe ser maximizar la creación de valor compartido para sus propietarios y/o
accionistas y para las demás partes interesadas y la sociedad en sentido
amplio, con el fin de identificar, prevenir y atenuar sus posibles consecuencias
adversas.
4.SOSTENIBILIDAD. La RSE se
constituye como un instrumento para desarrollar organizaciones conscientes de
su papel principal en el logro de un desarrollo humano, económico, y
medioambiental sostenido en el tiempo para las sociedades en las que se
integran.
Es posible una evolución justa y
responsable hacia una economía más competitiva que dé lugar a un desarrollo
sostenible y logre progreso social.
5.TRANSPARENCIA. La RSE
contribuye a promover organizaciones ejemplares y transparentes, lo que redunda
en un aumento de la credibilidad y de la confianza. Las empresas y
organizaciones socialmente responsables dialogan con sus interlocutores y
adquieren compromisos con sus grupos de interés, lo que facilita que éstos
puedan tomar decisiones mejor
informadas. Ello repercute de manera directa en su reputación de cara al
resto de la sociedad.
Una organización socialmente
responsable debe considerar todos sus aspectos (económicos, sociales,
laborales, medioambientales, buen gobierno…). Una buena práctica en uno de los
aspectos no puede ser considerada como un aval de RSE sin conocer y tener en
consideración el resto de los aspectos.
6.VOLUNTARIEDAD. La adopción de
políticas de responsabilidad social es voluntaria, y supone un valor añadido al
cumplimiento de la normativa vigente. El compromiso asumido voluntariamente con
las partes interesadas, debe ser la base del cumplimiento de las expectativas
que generen las organizaciones.
Los objetivos en torno a los
cuales se vertebran las 10 líneas de actuación son:
•Objetivo 1. Impulsar y promover
la RSE, tanto en las empresas, incluidas las PYMES, como en el resto de
organizaciones públicas y privadas, en sus actuaciones en los diversos ámbitos
geográficos en los que operan.
•Objetivo 2. Identificar y promover
la RSE como atributo de competitividad, de sostenibilidad y de cohesión social.
•Objetivo 3. Difundir los valores
de la RSE en el conjunto de la sociedad.
•Objetivo 4. Crear un marco de
referencia común para todo el territorio en materia de RSE, que garantice el
cumplimiento y respeto de los principios de la Ley 20/2013, de 9 de diciembre,
de Garantía de la Unidad de Mercado y permita una mayor coordinación y
sinergias en esta materia.
Y las 10 líneas de actuación en
las que se enmarcan las 60 medidas concretas son:
1.Promoción de la RSE como
elemento impulsor de organizaciones más sostenibles: el objetivo es extender la
cultura de la RSE al conjunto de la sociedad a través de actuaciones como la
promoción de sus principios, de las recomendaciones de consenso internacional
en esta materia y la difusión de buenas prácticas en este ámbito.
2.Integración de la RSE en la
educación, la formación y en la investigación: la educación en el valor del
comportamiento responsable, la formación especializada en técnicas de gestión
socialmente responsable y la investigación orientada a la aplicación efectiva
de sus criterios, son pilares fundamentales para acelerar cambios en la forma
de pensar y el actuar sostenible de las actuales y futuras generaciones.
“Porque introducir la RSE desde edades
tempranas es la palanca más potente con la que podemos contar para lograr que
sus criterios, principios y valores calen en el conjunto de la sociedad y
fortalezcan de manera definitiva la Responsabilidad Social en España”, ha
asegurado la ministra de Empleo durante su intervención en el pleno.
3.Buen Gobierno y transparencia
como instrumentos para el aumento de la confianza: las prácticas de buen
gobierno, el comportamiento ético y la transparencia deben ser señas de identidad
de las organizaciones socialmente responsables.
4.Gestión responsable de los
recursos humanos y fomento del empleo: las organizaciones socialmente
responsables deben prestar atención especial a la creación de empleo de mayor
calidad y tener en cuenta a los colectivos con mayores dificultades de
inserción laboral. Además, deben poner en marcha prácticas que impulsen la
diversidad en las plantillas para que éstas sean un reflejo real de la sociedad
en la que se desarrollan, así como garantizar, en todo caso, el cumplimiento de
los derechos humanos y laborales.
5.Inversión socialmente
responsable e I+D+i: la responsabilidad social empresarial puede constituirse
como un elemento de atracción de la inversión de largo plazo e incentivadora de
un crecimiento responsable y sostenible.
Además, debe promoverse el
desarrollo de la cultura innovadora en nuestro país como seña de identidad,
especialmente aquellas que impulsan el desarrollo de las nuevas tecnologías y
las que están orientadas a promover el desarrollo sostenible de la sociedad,
tanto desde el punto de vista económico, social y ambiental. Se debe involucrar
a las Administraciones públicas en dicho proceso.
6.Relación con los proveedores:
el desarrollo de sistemas de relación socialmente responsables por parte de las
organizaciones con cada uno de los componentes de la cadena de suministro, y la
puesta en marcha de actuaciones que contribuyan a extender las buenas prácticas
que éstas llevan a cabo en materia de responsabilidad social entre sus
distintos proveedores, deben ocupar un lugar prioritario en los planes
estratégicos de las empresas y de las administraciones públicas.
7.Consumo responsable: se
introducen medidas para sensibilizar, concienciar y hacer partícipe al
consumidor en su toma de decisiones, lo que contribuirá, por un lado, a
extender las prácticas de responsabilidad empresarial como requisitos de
negocio; y, por otro, a la promoción de una sociedad más sostenible,
ecológica y solidaria.
8.Respeto al medio ambiente: el
respeto al medio ambiente es un requisito indispensable de toda organización
con vocación sostenible, ya que tiene que conciliar el cuidado del entorno con
el desarrollo económico y de las personas. En esta línea de actuación se
incluirán medidas dirigidas a fomentar el respeto por el entorno mediante la
puesta en marcha de actuaciones referentes al control y consumo responsable de
recursos naturales, la minimización del impacto ambiental, o el impulso de las
tecnologías limpias, entre otras.
9.Cooperación al desarrollo: esta
línea estratégica trata de promover la coordinación y la participación de los
distintos agentes implicados en el objetivo de poner en valor el desempeño
responsable de empresas españolas para favorecer la cohesión social y destacar
su papel como aliadas en el desarrollo de la cooperación española con
actuaciones encaminadas a cumplir los Objetivos Mundiales de Desarrollo
Sostenible y, especialmente, a la defensa y protección de los derechos humanos
de las comunidades.
Se pretende también fomentar la
incorporación de los principios establecidos en Naciones Unidas sobre Derechos
Humanos y empresas transnacionales, a las grandes empresas españolas que operan
en todo el mundo y fomentar la gestión socialmente responsable de las empresas
españolas en el exterior, con objeto de relacionar los esfuerzos de las
organizaciones por ser más responsables con el legado que recogerán las
generaciones futuras a largo plazo.
1.Coordinación y participación:
en esta línea de actuación se pretende articular mecanismos de coordinación
entre las distintas administraciones públicas, tanto a nivel autonómico como
local, con objeto de promover los principios y criterios de la RSE, así como
fomentar el intercambio de experiencias con otros países y poner en marcha, en
el seno del CERSE, el Observatorio de la Responsabilidad Social de las
Empresas.
Seguimiento y Evaluación
El documento incluye, además, en
su parte final, una clasificación de las 60 medidas que contempla según su
prioridad (12 son de prioridad muy alta, 18 son de prioridad alta y 30 son de prioridad
media) y determina qué entidades son las encargadas de impulsar y poner en
marcha cada una de las actuaciones.
“Se marca así una hoja de ruta que nos
compromete a todos y que ha de dar lugar a que cada uno de los agentes
implicados realicemos, en el ámbito de nuestras competencias, planes de acción
que desemboquen en el desarrollo y cumplimento de cada una de las medidas que
contempla el documento”, ha indicado Báñez.
Además, y con el objeto de hacer
un seguimiento de cada una de las medidas, la Dirección General del Trabajo
Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas
realizará un informe anual que se presentará al Consejo Estatal de la
Responsabilidad Social de las Empresas y a la Conferencia Sectorial de Empleo y
Asuntos Laborales para su posterior evaluación.
Para más información:
Ministerio de Empleo y Seguridad Social
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